TESTIMONIOS

JGL de Málaga:

"Maravilloso viaje de autoconocimiento e introspección. Mi vida, mis relaciones, salud, trabajo, familia, economía… todo lo que me rodea ha cambiado asombrosamente para mejor, porque cuando cambias tu forma de mirar, las cosas que miras cambian. Siento que he empezado a ser quien verdaderamente soy, he conseguido liberar a mi autentico yo de la prisión en la que había permanecido tantos años custodiado por el ego, las creencias sociales, las conductas aprendidas y automatizadas, y demás condicionamientos a los que se nos expone desde que nacemos y que entierran nuestra esencia bajo capas de conflictos internos. Y lo mejor es que esto es sólo el principio de un camino que se acaba de abrir ante mi. Ahora me siento capaz de todo. Sólo puedo decir gracias, de corazón.” 

Merche de Málaga:

“Tras estas semanas de trabajo, los cambios han sido varios, tanto por dentro como físicamente. Destacar la sensación de sentirme más despierta, con más curiosidad, de ir en camino hacia la parte más auténtica. Me siento más confiada  y confiable, con una especie de alegría y sensación de  ligereza corporal. Me llevo de esta experiencia, un montón de herramientas y sobre todo la responsabilidad para conmigo. Yo soy responsable de lo que me pasa y de lo que provoco. En definitiva, un mayor compromiso conmigo misma. Y sobre todo, la conciencia del instante presente.”

Susi de Málaga:

"El proceso de la presencia ha supuesto para mi, básicamente, una herramienta más para poder trabajar en mi proceso evolutivo  personal. Una forma de tomar conciencia y acercarme a mi ser superior. Vivir en el momento presente y retomar el hábito de meditar diariamente. Conectarme con mi respiración e intentar responder adecuadamente a los contratiempos que surgen en mi vida. A lo largo del proceso con cada herramienta he aprendido a entender mejor muchos de mis comportamientos adquiridos desde mi infancia.”

Sergio de Málaga:

"El proceso de la presencia es una de esas cosas que no sabes describir muy bien con palabras, debido al torrente de emociones que son vividas. Se pasa mal. Es duro. No entiendes qué pasa. Pero al final todo merece la pena. Y como casi todo lo que merece la pena en esta vida cuesta trabajo conseguirlo. Animo a todo aquel valiente que quiera sacar desde lo más profundo de su ser lo mejor de él, a enfrentarse a este enorme reto. 

PS: Cuando salí por la puerta en la última sesión me salió una frase que lo resume todo: "Esto es un regalo."

Consuelo de Málaga:

" Llevaba mas de treinta años en la búsqueda, sin saber que buscaba, había hecho cursos de todas clases, religiosos, psicológicos, filosóficos, retiros, y lecturas de diferentes ideas, si alguien me hablaba, años mas tarde, de algún curso, respondía " yo se lo que tengo que hacer ya", pero me engañaba. El curso de la Presencia me vino de repente, era mi momento, encontré ¡por fin! lo que buscaba. Mi vida ha cambiado como si me hubieran dado la vuelta como un calcetín. Ahora vivo conscientemente el presente, se quien soy y donde dirigir mis pasos desde la compasión y el amor y sobre todo he descubierto mi pertenencia a este Universo."

Natalia de Málaga:

“Gracias Hendrik y Gonzalo por acompañarme con tanta ternura y comprensión en esta profunda experiencia de autoconocimiento. Y gracias por ayudarme a recordar -a través de herramientas que ya se quedan conmigo- que soy, ante todo, amor y compasión.”

Inés de Málaga:

“El curso del Proceso de la Presencia ha supuesto para mi un antes y un después. Un espacio para sanar heridas y recordarnos el poder que reside en nosotros mismos. Un camino sencillo a la vez que potente, y un despertar para tomar las riendas de nuestra vida. Sin duda lo volvería hacer y que mejor que de la mano de estas dos grandes personas. Gracias infinitas Hendrik y Gonzalo, por vuestro cariño, generosidad y saber acompañar.”

Beatriz de Málaga:

"El Proceso me ha servido para tener una gran tolerancia conmigo y con todas las personas que me rodean, lo que me ha dado una mayor alegría. Gracias "